Anuncian a los “Campeones de Salud de México” por su atención a pacientes con VIH

Inspira Cambio A.C., en conjunto con la Sociedad Internacional del SIDA (IAS); reconoció la labor de Iliana Pérez, Verónica Valencia, Dr. Javier Badillo y Carlos Ahedo como “Persona Campeona Proveedora de Salud”. Este distinguido reconocimiento celebra al personal de salud de todo el mundo que brindan servicios de prevención, tratamiento y atención del VIH de calidad a poblaciones clave.
La campaña “Mi persona proveedora de salud y yo” está impulsada por pacientes afectados por el VIH, como una oportunidad para reconocer las contribuciones de las personas proveedoras de atención médica que han marcado una diferencia tangible en sus vidas.
Lanzada en 2015, la convocatoria “Mi persona proveedora de salud y yo” promueve las mejores prácticas en la prestación de servicios de salud defendiendo a les trabajadores de atención médica de primera línea que brindan prevención, tratamiento y atención del VIH de calidad; a menudo frente a leyes discriminatorias, tradiciones estigmatizantes y sistemas de creencias. En 2021, con el apoyo de Gilead Scien- ces, la IAS amplió la campaña a dos lugares de Asia: Hong Kong y Taiwán; y continuó el programa en dos lugares de América Latina: Brasil y México.
Mi persona proveedora de salud y yo, México
“En esta iniciativa celebramos a las personas proveedoras de salud locales que han impactado positivamente a las personas que se acercan a sus servicios. Empoderar a las personas proveedoras de atención médica para que tengan conversaciones y compartan información crítica, tanto con las personas que viven con el VIH, como con las que son vulnerables a contraer el VIH es no sólo importante, sino necesario. Debemos aumentar el número de pruebas de detección y asegurar una buena adherencia al tratamiento de quienes ya viven con VIH. El impacto de las relaciones que se establecen entre las personas proveedoras de salud y les pacientes, es igual de relevante para la prevención del VIH y para lograr su eliminación en nuestro país”, dijo Pablo Caisero, Coordinador de la convocatoria “Mi persona proveedora de salud y yo” en México.
Por su parte, Geraldina González, Directora del Consejo para Prevenir y Eliminar la Discriminación de la Ciudad de México (COPRED), mencionó que “no se puede criminalizar a las personas que viven con VIH. Tenemos el compromiso de eliminar la discriminación, también de invitar a los individuos a conocer su estado serológico”. En ese sentido, incitó a las autoridades competentes a realizar estrategias de cambio enfocadas en eliminar las creencias erróneas que existen sobre el tema. “Vivir con VIH no debe ni puede ser nunca vivir con estigma”.
Andrea González, Directora de la Clínica Condesa, detalló que “una persona que recibe su diagnóstico, a lo primero que se enfrenta es a problemas particulares, y el personal de salud no está capacitado para esto”. Más allá de recibir adiestramiento sobre el tema, una buena atención implicaría “hablar el lenguaje del alma, y eso es algo que no hacemos”.
Por ello, en la clínica se han implementado proyectos de pares y otras estrategias que promueven el acompañamiento libre de estigmas, “así como una formación adecuada del personal de salud para que no discrimine y comprenda al paciente”, agregó.
“Solo al abordar el estigma dentro de los entornos de atención médica podemos lograr la eliminación del VIH para 2030. Esperamos que, al arrojar luz sobre el increíble trabajo de los profesionales de la salud, otros se animen a brindar servicios seguros”, dijo la presidenta de la IAS, Adeeba Kamarulzaman.
Finalmente, Geomara Fernández, de Gilead Sciences, invitó a reflexionar “sobre la discriminación en la que vivimos y rompamos esa barrera”.
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Ellos son los ganadores
Al anunciar a los congratulados, se difundió su experiencia como profesionales al servicio de las personas que viven con VIH:
Ileana de los Ángeles Pérez. Trabajadora Social, CAPASITS Ticul. Yucatán.
“La primera vez que me tocó atender y explicarle a un adolescente que había salido reactivo a VIH -ver su reacción al ponerse a llorar y decirme que su familia no lo iba a entender, que estaba solo y no sabía qué hacer-, me di cuenta de todas las situaciones difíciles por las cuales atraviesan los pacientes y me pregunté: ¿qué haría si yo estuviera en esa situación? Así que me empapé más de los temas y me gustó tanto que traté de aprender más cada día. Ayudé al adolescente en todo su proceso; desde aclararle dudas y poder compartir su diagnóstico, hasta lograr su atención en el CAPASITS. Fue muy grato darme cuenta que podía contribuir a mejorar la calidad de vida de las personas que viven con VIH”.

Verónica Valencia. Psicóloga, Clínica Especializada Condesa. Ciudad de México.
“He tenido la oportunidad de poder acompañar a personas en su diagnóstico y ver cómo evolucionan en su proceso de aceptarse. Siempre me permito decirles que hay que “transformar el veneno en remedio”, y al tiempo regresan a decir gracias, que han mejorado o que se encuentran en tratamiento”.
Carlos Ahedo. Enfermero, Yaaj México. Ciudad de México

“Tengo una relación personal con el VIH, ya que desde hace 6 años sé que vivo con él. A partir de esto me di cuenta que mi formación profesional no me alcanzaba para comprender el fenómeno del VIH y que, como yo, el resto de profesionales de la salud no cuentan necesariamente con los saberes y la sensibilización necesaria para la atención digna de personas con VIH. Fue entonces cuando decidí hacer la diferencia y profesionalizarme en relación a la atención comunitaria del VIH con una mirada social, sin dejar atrás los saberes científicos clínicos que acompañan al ejercicio profesional. Fue una forma de poder crear herramientas propias para enfrentarme a mi nueva realidad, pero también para convertirme en la clase de proveedor de la salud que me gustaría encontrarme no solo como paciente, sino como par y como profesor. Es por ello que, desde mi trabajo como enfermero de comunidad (Centro de salud T-lll en CDMX), como profesor (ESEO, IPN) y como promotor comunitario en temas de VIH (Yaaj México); mi estandarte ha sido la reflexión de la facultad que tenemos para incidir en nuevas realidades para las personas con VIH y lograr brindar las herramientas para la construcción de la autogestión de la salud”.
Javier Martínez Badillo. Médico, Red Mexicana de personas con VIH. Ciudad de México.

“Sé que es importante conectar con los pacientes para que ellos se sientan en confianza y respetados. Atender sin estigma también consiste en dialogar con el usuario o la usuaria de los servicios que se ofrecen en la RED. Yo soy un intermediario, un facilitador de la sanación no sólo física, sino también emocional. Atender sin estigma implica partir de la premisa que puedo ayudar a sanar con mis manos, mi corazón y mis conocimientos; es hacerlo desde relaciones horizontales impregnadas de la conexión de dos almas: la del prestador de salud y la del paciente”.