La importancia de la humildad intelectual

La importancia de la humildad intelectual es un tema que debe tenerse presente en todas las empresas y personas, debido a las ventajas creativas y prácticas que tienen al momento de enfrentarse a un problema o desafío. Pero, ¿cómo podemos llevar esto a cabo? La respuesta es sencilla y es por medio del debate efectivo.
Al tener la capacidad de debatir de manera efectiva se abre la posibilidad de crear una diversidad cognitiva, es decir, que por medio del debate intelectual podemos llegar a soluciones acertadas y productivas dentro de una compañía, no obstante, el cierre de los canales de comunicación por la falta de humildad intelectual, puede conllevar a problema interno de comunicación.
La Dra. María G. Zavala-Cerna enumera algunas de las principales características para llevar un diálogo eficiente:
“1) Recordar que todos somos parte del equipo y que todos tenemos el mismo objetivo.
2) Todas las opiniones son bienvenidas mientras se refieran a hechos lógicos y el problema que se está debatiendo, tratando de evitar a toda costa cualquier tipo de falacia lógica.
3) Evitar que la discusión se torne personal o se convierte en el juicio de algún miembro del equipo.
4) Mantener humildad intelectual durante el debate.”
No obstante, para lograr este propósito es necesario la figura de un líder imparcial, para que todas las partes se sientan confiadas de que serán escuchadas; el líder debe ser consciente que la finalidad del debate no es ganar, sino conducir a una construcción de ideas, la solución activa de problemas escuchando activamente a los participantes.
Según la Dra. Zavala-Cerna “El líder debe promover la creatividad en el resto del equipo y ser flexible para permitir el pensamiento diferente, pero estas son habilidades difíciles de lograr si en primer lugar no existe un lugar para el discurso y se ha entrenado para dirigir un debate sano”.
El concepto de humildad intelectual la podemos encontrar en diversos estudios filosóficos, los cuales van ligadas a la virtud de un individuo; un ejemplo claro de ésto se encuentra en la Apología de Sócrates de Platón en donde Sócrates es considerado el hombre más virtuoso al aceptar que era más aquello que desconocía, que lo que conocía; o el punto medio aristotélico que debe tener la prudencia, como otra forma de ver la humildad intelectual es decir que la virtud de una persona prudente radica en poder mantenerse en el medio de los extremos, ya que en esta virtud está como intermediaria la razón que evaluara lo que es mejor para la persona.
Por otro lado, en el área de la psicología se identificó que la humildad intelectual es algo indispensable para la interacción de las personas en diversos ámbitos de la una empresa. En 2016 investigadores de la Universidad de Pepperdine, desarrollaron un test para medir qué está comprendido dentro de la humildad intelectual, denominado Pepperdine Intelectuall Humility Test; donde encontraron los siguientes componentes:
1. Tener respeto por el punto de vista de los demás.
2. No tener exceso de confianza intelectual.
3. Separar el ego del intelecto.
4. Disponibilidad para revisar el punto de vista propio.
Al identificar estos componentes, las personas evaluadas pueden conocer cuáles son las áreas que tiene cubiertas y aquellas en las que debe mejorar. ¿Pero esto de qué nos sirve? El poseer una humildad intelectual hace que una persona sea flexible de pensamiento, es decir, que no solo está abierto a un diálogo, sino que es capaz de proponer y escuchar soluciones diferentes, soluciones a un problema y analizarlas de forma lógica, sin prejuicios personales o intelectuales. Sin embargo, para llegar a esto, las personas que dialogan o debaten deben ser conscientes que no poseen todas las respuestas correctas y están dispuestos de cambiar su juicio y pensamiento de acuerdo a los argumentos sugeridos por la otra persona.
Shane Snow, es uno de los intelectuales que forman parte de estos estudios. Snow combino dos de los cuestionarios acerca de este tema y se los aplicó a millones de personas, con la finalidad de conocer como la humildad intelectual interfiere con nuestra toma de decisiones y situaciones de vida en diferentes contextos. Con estas pruebas se llegó a la conclusión de que muchos de los líderes se consideraban superiores intelectualmente, lo cual les generaba un punto ciego acerca de su propia humildad intelectual. Así mismo, aquellas que tenían más humildad intelectual, eran aquellas personas que tienen la experiencia de viajar y vivir en otros países, lectores de ficción, etcétera; ya que estos están expuestos a formas, costumbres, explicaciones y soluciones diferentes ante cada tipo de situaciones.
Ahora bien, vale la pena preguntarnos, ¿cómo podemos formarnos para obtener una humildad intelectual? Como ya se mencionó anteriormente, una de las características es el respeto de la opinión del otro y la separación del intelecto con el ego. Como tal no son cosas que se puedan hacer sin una disposición a ello, es por eso que Dra. María G. Zavala-Cerna sugiere seguir la costumbre de Franklin e iniciar el debate con “Podría estar equivocado, pero”; al hacerlo nos estamos forzando a reconocer que no poseemos la verdad absoluta, y abrimos el debate para que otros puedan dar sus opiniones o puntos de vista.
PM