En México, las patentes son certificados que otorga el gobierno, específicamente el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI), para la protección de invenciones. Esta protección otorga un periodo de exclusividad al titular del certificado, respecto de la explotación de dicha invención. De acuerdo con la Ley, ese periodo de exclusividad es de 20 años. A cambio, los autores de la invención comparten el know how, con lo cual se busca favorecer la innovación en el país.
Actualmente, la mayoría de las patentes vigentes en México, fueron concedidas bajo la Ley de la Propiedad Industrial y el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN). Con dicho tratado, se establecía que las partes firmantes, debían conceder una protección, bajo la figura de patente, de, al menos, 20 años, contados a partir de la fecha de presentación de la solicitud, o bien de 17 años, contados a partir de la concesión de la patente. En este sentido, la Ley de la Propiedad Industrial establece que las patentes tendrían un periodo de vigencia de 20 años improrrogables, es decir, su vigencia no es susceptible de extenderse.
De acuerdo con Óscar Salinas, Socio del área de práctica de propiedad intelectual del despacho Sánchez Devanny, “si bien, las patentes a partir de que se conceden pueden tener un efecto retroactivo, es decir, que su periodo de vigencia se recorre hacia la fecha en que se presentó la solicitud, el tiempo en el que está en revisión, hasta que se concede, es un periodo en el cual gozan solo de una expectativa de derecho”.
Por lo tanto, el derecho de exclusividad es ejercible hasta que se concede la patente. Hasta ese momento, los titulares pueden ejercer una acción legal, en el supuesto de que alguno de sus competidores replique la invención, sin su autorización.
Como es sabido, en noviembre de 2021, entró en vigor la Ley Federal de Protección a la Propiedad Industrial, que comprende un capítulo relativo a la compensación por el retraso en el trámite de una patente, a lo que se denomina certificado complementario, el cual debe tramitarse cuando aún está vigente la patente para la que se solicita dicho certificado.
La nueva Ley establece que cuando en el trámite de una patente existan retrasos injustificables de cinco años o más, se podrá otorgar un certificado complementario que compense la vigencia de la patente, el cual no podrá ser mayor a cinco años. De lo anterior se desprende que las patentes deben gozar del al menos un tiempo de vigencia efectivo de 15 años.
Por su parte, el nuevo tratado de comercio con Canadá y Estados Unidos, el T-MEC, contempla, no sólo una compensación por retraso injustificable por parte del IMPI. Adicionalmente, con respecto a los productos farmacéuticos, este nuevo tratado también prevé una posible compensación por el retraso injustificable en el proceso de autorización para su comercialización por parte de la autoridad sanitaria, en México, la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris).
Es ampliamente conocido en la industria, que la Cofepris suele presentar rezagos en la emisión de las autorizaciones para comercialización, es decir, los registros sanitarios, por lo que, de aplicarse la medida prevista en el T-MEC, podría llevar al retraso en el otorgamiento de registros sanitarios para medicamentos genéricos.
México, es un referente importante en América Latina para el otorgamiento de registros sanitarios, por ello, existen una serie de retos, específicamente con la compensación de la vigencia de las patentes, ya que el gobierno debe contar con procedimientos más eficientes que ayuden a agilizar la concesión de patentes respecto de nuevos medicamentos, así como la concesión del registro sanitario para su comercialización. Esto permitirá que la población tenga acceso más rápido a recientes tratamientos terapéuticos.
Por otro lado, los retos para la industria son en el desarrollo de invenciones, sobre todo para la tramitación de sus patentes, para que brinden información clara, que evite retrasos. Por ello, es importante que cuenten con una estrategia adecuada para la protección de su propiedad intelectual, así como una estrategia regulatoria adecuada, para tratar de evitar caer en ese tipo de situaciones.
Al presentarse ese tipo de problemas será importante contar con las estrategias legales que permitan lograr una compensación adecuada.
