Defienden el maíz y la soberanía alimentaria de México
Nutritiva.mx .-Este 29 de septiembre, en el marco del Día Nacional del Maíz, se llevó a cabo el Foro nacional en defensa del decreto presidencial sobre maíz transgénico, glifosato y transición agroecológica, en el Complejo Cultural Los Pinos.
En este evento, rodeado de arte y cultura en defensa del maíz y la soberanía alimentaria de México, la secretaria de Cultura federal, Alejandra Frausto Guerrero, destacó: “La base de nuestra cultura es el maíz y es ahí donde radica nuestra mayor grandeza como nación”, puesto que está vinculado a las zonas arqueológicas, danzas, textiles, artesanías y más.
Esta semilla, dijo, no crece sola, puesto que necesita del frijol, la calabaza, los quelites, el maguey y otros elementos de los cultivos múltiples, esa lección sobre trabajar en comunidad en beneficio de todas y todos debe permear en la sociedad. “Por eso estamos en contra de los agroquímicos, en contra de los venenos para nuestra alimentación, porque eso mata la diversidad, eso es una avalancha en contra de la diversidad cultural”.
Hizo un llamado para seguir cuidando las culturas de México, las lenguas originarias y el campo: “El decreto merece el acompañamiento de todos, cuando veamos peligro en nuestra riqueza, que es el maíz, tenemos que salir a la batalla y por eso estamos en este foro”.
La Titular de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), María Luisa Albores González, sostuvo la importancia del maíz, al ser México el centro de origen de este bendito grano, cuya protección promueve el gobierno federal a través de programas como Sembrando Vida, Producción para el Bienestar y de huertos agroecológicos, para que las y los campesinos puedan tener formación, capacitación, asistencia técnica o acompañamiento, y con ello revertir lo que se incentivó en administraciones pasadas.
Destacó la importancia de los decretos que se impulsaron en esta administración para prohibir la siembra de maíz transgénico, así como la eliminación del glifosato, ya que los agrotóxicos contaminan el suelo, el aire y el agua y afectan la salud de las personas. “El maíz nativo crece en la milpa, en comunidad, mientras que el maíz transgénico es individualista y se acompaña de paquetes tecnológicos que incluyen sustancias que dañan la vida”.
La Directora General del Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnologías (Conahcyt), María Elena Álvarez-Buylla Roces, recordó que las semillas transgénicas y los agrotóxicos como el glifosato, han afectado severamente la salud, el ambiente y los procesos culturales en México.
“El decreto está sustentado por evidencia científica que demuestra que estos transgénicos y agrotóxicos producen grandes daños a la salud, grandes daños a nuestra riqueza biocultural, suelos, aire, cuerpos de agua y, por lo tanto, no los queremos. La totalidad de nuestra riqueza biocultural no tiene transgénicos y así debe permanecer”.
Reafirmó el compromiso del Conahcyt por sumarse, desde el quehacer humanístico y científico respaldado por la primera Ley General en materia de Humanidades, Ciencias, Tecnologías e Innovación (LGHCTI), a la defensa del decreto presidencial en favor de la salud de las y los mexicanos, la procuración ambiental y la recuperación del campo mexicano.
“Con la frente en alto venimos a ratificar la evidencia científica que ha sido reconocida a nivel mundial y que sustenta que hoy defendamos el decreto, para impedir que los maíces transgénicos y los agrotóxicos asociados lleguen a los campos mexicanos, a las mesas, a nuestros cuerpos y con ello afecte nuestra salud, nuestra soberanía y destruya nuestra cultura”.
Sembrando vida impulsa el desarrollo rural sostenible
El subsecretario de Inclusión Productiva y Desarrollo Rural de la Secretaría de Bienestar, Hugo Raúl Paulín Hernández, destacó que, a través del programa Sembrando Vida se impulsa una estrategia de desarrollo rural sostenible, lo que ratifica la vigencia del decreto presidencial emitido el 13 de febrero de 2023 que prohíbe el uso de maíz transgénico tanto para la alimentación como para la siembra, así como la eliminación gradual del uso del glifosato.
Destacó que, en esta celebración del maíz, sostenemos que rescatar y fortalecer la milpa con prácticas agroecológicas nos permitirá respetar la milenaria cosmovisión campesina, conservar nuestras semillas, producir alimentos básicos y mantener la biodiversidad.
“Estamos convencidos de que el desarrollo alternativo en el campo mexicano requiere diseñar e implementar una línea de política pública común, para que el campo mexicano garantice la autosuficiencia alimentaria”.
El Director General del Centro Nacional de Programas Preventivos y Control de Enfermedades (Cenaprece) y encargado de despacho de la Subsecretaría de Prevención y Promoción de la Salud, Ruy López Ridaura, sostuvo que para lograr la trasformación del sistema agroalimentario es necesaria la sinergia entre diferentes sectores, en una lucha común y única que también beneficie a los pequeños y medianos productores.
Con ese objetivo, explicó, surgió el Grupo Intersectorial de Salud, Alimentación, Medio Ambiente y Competitividad (Gisamac), que impulsa políticas públicas que favorecen la transformación del sistema agroalimentario justo, saludable, sustentable y competitivo.
Subrayó que el sistema agroalimentario actual produce 30% de las emisiones de gases de efecto invernadero, erosión del suelo y pérdida de la biodiversidad.
Hizo un llamado a defender el decreto por el que se establecen diversas acciones en materia de glifosato y maíz genéticamente modificado:
“Los enemigos a vencer son los conflictos de interés para detener este decreto, la economía de la industria y agroindustria que produce estos productos. En cada política pública tenemos que estar juntos, y en cada movimiento. El sistema alimentario es el enemigo a modificar y transformar”.
Explicó que, en los últimos 30 años, la dieta basada en productos procesados y ultrapocesados no sólo afecta a quienes viven en las ciudades, sino a habitantes de áreas rurales. “Las personas, al vivir en un ambiente obesogénico se les dificulta tomar decisiones sanas sobre los alimentos que consumen”.
Detalló que salud de las y los mexicanos está asociada con su alimentación, ya que la mayoría de las enfermedades son consecuencia del consumo de productos procesados y ultrapocesados, alto nivel de calorías y disminución de la actividad física.
Las políticas públicas protegen a nuestro maíz
La integrante del programa Producción para el Bienestar (PpB) y campesina oaxaqueña, María Clemencia Ortiz Flores, dijo que los productores de pequeña escala preservan vivos y en mejoramiento genético constante las 64 razas nativas del maíz de México.
Esa voluntad está firme y abona para defender desde la trinchera campesina, a ras de tierra, el decreto presidencial y la implícita decisión soberana de proteger la diversidad de los maíces, el medio ambiente, nuestra salud y nuestra alimentación. “Todos estos valores están siendo amenazados hoy por el emporio global de los agroquímicos y de las semillas”.
Destacó que en PpB, programa de la Subsecretaría de Autosuficiencia Alimentaria de la Secretaría de Agricultura (Sader), el proceso de transición agroecológica implica una línea de mejora genética de maíces nativos y los productores participantes cuentan con 44 del total de 64 razas.
Clemencia Ortiz participó en el Encuentro Nacional de Productores y Mejoradores de Maíces Nativos, realizado el 27 y 29 de septiembre en Casa Xitla, de Tlalpan (entre 107 productores de PpB), y en Plaza Jacarandas, en Los Pinos (350 productores de PpB, Sembrando Vida, Pies Ágiles, Faros Agroecológicos, Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas y de las zonas rurales de la Ciudad de México).
Destacó que un acuerdo unánime del encuentro fue hacer un llamado al Gobierno de México para sostener y fortalecer la actual política pública para el campo asentada en la transición agroecológica libre de transgénicos y glifosato, a implementar la Ley Federal para el Fomento y Protección del Maíz Nativo y que la Cámara de Diputados apruebe la Ley General de la Alimentación Adecuada y Sostenible recién votada de manera favorable en el Senado de la República.
La integrante más joven del Consejo del Cencalli, casa del maíz y la cultura alimentaria, Paloma Vázquez Díaz, puntualizó que en México 90% de las tortillas, tostadas y antojitos tienen trazas del maíz transgénico:
“Esto debe terminar, pareciera que siempre olvidamos que existen al menos 59 variedades nativas del maíz y que son ricas en vitaminas, hierro, fosforo y calcio”.
Asimismo, hizo un llamado a las comunidades productoras: “¡Compañeros, productores, agricultores, transformadores, necesitamos tener mayor apertura, capacitarnos en temas de agricultura; es momento de adoptar nuevamente las técnicas agroecológicas que nos fueron heredadas y así garantizar la calidad de nuestros productos y cultivos!”.
El integrante del Consejo del Cencalli y cocinero de la península de Yucatán, Eliodoro Xicum Cobá expuso: “En nuestras cocinas se cuentan las historias de un pueblo que sigue vivo, tan vivo como el maíz de cada uno de los estados del país”.
Hizo un llamado para impulsar que las nuevas generaciones sean parte de iniciativas como “¿A qué sabe la patria?”, invitándoles a usar las técnicas, herramientas y cuidados de la cocina tradicional.
La presidenta del Senado de la República, Ana Lilia Rivera Rivera, expresó mediante videomensaje su respaldo irrestricto al decreto presidencial y reafirmó su voluntad legislativa a favor de la protección de los maíces libres de transgénicos y glifosato.
El gobernador de Oaxaca, Salomón Jara Cruz, también vía remota, saludó el trabajo de este Foro nacional en defensa del decreto presidencial sobre maíz transgénico, glifosato y transición agroecológica, y refirió también acciones que se realizan desde su administración para el cuidado del campo, por ejemplo, el impulso a los bancos de semillas.
Apoyo desde el extranjero
Desde Canadá, la presidenta de la Unión Nacional de Agricultores de Canadá (NFU), Jenn Pfenning, y la agricultora indígena y copresidenta del Comité de Programas Internacionales de la NFU, Celeste Smith, enviaron un videomensaje.
“Expresamos nuestro apoyo a las razones por las que México ha implementado estas medidas: defender su soberanía alimentaria, incluidos los sistemas agrícolas tradicionales indígenas conocidos como milpa; proteger la biodiversidad mundial como centro de origen del maíz, y preservar el patrimonio biocultural de México, es decir, las prácticas agroecológicas de la milpa y el papel del maíz en su patrimonio culinario”.
Sobre la NFU, dijeron, es la más grande organización agrícola de membresía directa voluntaria de Canadá que representa a agricultores familiares y trabajadores de todo el país y de todas las ramas del sector agrícola:
“Nuestro objetivo es construir un sistema alimentario en el que granjas familiares y cooperativas, financieramente viables, produzcan alimentos seguros, saludables y de alta calidad utilizando prácticas que protejan nuestro suelo, agua, biodiversidad y otros recursos naturales.
“Promovemos la justicia social y económica para los productores de alimentos y para todas las personas que viven en Canadá y en todo el mundo. La NFU siempre ha estado preocupada por los desequilibrios de poder entre las grandes corporaciones de agronegocios y nuestros agricultores y sus comunidades. Queremos construir un sistema alimentario donde la gente tenga voz y voto democrático sobre lo que producimos, cómo lo producimos y lo que comemos.”
Cabe recordar que México es centro de origen de más de 55 razas de maíz. La política de seguridad alimentaria del Gobierno de México consiste en preservar este patrimonio biocultural. Asimismo, se promueve la preservación de las prácticas agroecológicas de nuestras comunidades campesinas, la milpa y la riqueza gastronómica.
El pasado mes de febrero de 2023, el Gobierno de México publicó el decreto por el que se establecen diversas acciones en materia de glifosato y maíz genéticamente modificado, el cual prohíbe este tipo de semilla para la fabricación de masa y tortilla, buscando consolidar la soberanía y seguridad alimentaria en un insumo central en la cultura de las y los mexicanos.
Como parte de las actividades, que también se enmarcan en el segundo aniversario del Cencalli, la casa del maíz y la cultura alimentaria en el Complejo Cultural Los Pinos, se presentó un performance de Jesusa Rodríguez con niños y niñas del Semillero de Artes Escénicas de Tenancingo, Tlaxcala; los Semilleros Creativos son grupos de creación y formación artística comunitaria en el país, impulsados por el programa Cultura Comunitaria de la Secretaría de Cultura federal.