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Con lata de refresco gigante exigen a la SS acciones urgentes contra diabetes

LaSalud.mx.– En el marco del Día Mundial de la Salud organizaciones de la Alianza por la Salud Alimentaria (ASA) inflaron una enorme lata de refresco con la leyenda “diabetes” frente a la Secretaría de Salud demandando acciones urgentes para reducir el consumo de bebidas azucaradas.

“En México la diabetes constituye un problema de salud pública que requiere de urgente atención. Apenas en 1980, constituía la novena causa de muerte y en tan solo 20 años se transformó en la primera. Actualmente, más de 10 millones de adultos viven con la enfermedad, se estima que uno de cada tres niños mexicanos desarrollará diabetes a lo largo de su vida y de acuerdo a recientes investigaciones, México es uno de los países con mayor número de casos nuevos de diabetes que se han reportado en el mundo (González-Villalpando, 2014). En 2012 se registraron 83 mil muertes prematuras debidas a la diabetes”, declaró Fiorella Espinosa coordinadora del área de investigación de El Poder del Consumidor.

Además, el hecho de que 7 de cada 10 mexicanos tenga obesidad, aumenta el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 (DM2) para una gran parte de la población. Un estudio reciente en población mexicana indicó que las personas con sobrepeso fueron 2 veces más propensas a desarrollar diabetes mientras que las personas con obesidad triplicaron esa proababillidad (Pinto G, 2015). La diabetes suele disminuir la calidad de vida de las personas, les genera altos gastos por el tratamiento de la enfermedad, disminuye la productividad y causa muertes prematuras, de hecho, se ha estimado que reduce entre 5 y 10 años la esperanza de vida.

El alto consumo de bebidas azucaradas en nuestro país ha contribuido de manera importante a este problema. Alrededor de 24,000 personas mueren al año por el consumo de bebidas azucaradas, de estas, 21,000 ocurren por diabetes. Múltiples investigaciones científicas indican que el consumo de refresco aumenta el riesgo de tener sobrepeso y obesidad, así como diabetes e incluso enfermedades del corazón, es decir las primeras causas de muerte en el país. Se ha visto que los países con mayor disponibilidad de jarabe de maíz de alta fructosa (JMAF) -endulzante usado en México para estas bebidas- tienen alrededor de 20% mayor prevalencia de diabetes tipo 2, independientemente de las cifras de obesidad.

“El problema con las bebidas azucaradas es que, debido a su alto contenido de azúcar, es muy fácil y muy probable exceder la cantidad de calorías que consumimos en un día. Esto ocurre porque a diferencia de los alimentos, estas bebidas proveen calorías que no son capaces de generar saciedad,es decir, no nos dan la sensación de estar llenos y podemos seguir consumiendo más y más. Además, el único nutrimento que el cuerpo recibe es azúcar, la cual será fácilmente transformada en grasa por el hígado. El 70% de los azúcares añadidos que consumimos los mexicanos provienen de las bebidas azucaradas, lo que indica que la mayoría del azúcar que consumimos es azúcar líquida y tiene este efecto. Diversos estudios muestran que los individuos con un alto consumo de bebidas azucaradas (es decir una o más porciones al día), tienen un mayor riesgo de desarrollar DM2, si se comparan con aquellos que no las consumen. La magnitud del riesgo varía entre 26 y 31% aunque se han encontrado cifras tan altas como 83% para algunos grupos de edad. También se ha visto una mayor presencia de grasa visceral entre los consumidores de refresco, condición quese asocia con el desarrollo de diabetes”, explicó Espinosa.

Una reciente investigación del Dr. Lustig muestra cómo en 9 días, niños con síndrome metabólico que dejaron de consumir azúcares (fructosa), redujeron su presión arterial, sus niveles de triglicéridos y colesterol, y mejoraron indicadores relacionados con el azúcar en sangre, esto independientemente de la pérdida de peso. Una prueba más de que las calorías no son iguales como pretende hacer creer la industria.

Por lo anterior y por la importancia que tiene para nuestro país, es urgente que las autoridades sanitarias refuercen las medidas para reducir el consumo de bebidas azucaradas entre la población ya que es una acción preventiva y por ende costo-efectiva.

Propuestas para reducir el consumo de bebidas azucaradas.

•Primero: necesitamos un etiquetado frontal de advertencia como el implementado en Chile o Ecuador que informe si una bebida es baja, media o alta en azúcar añadida, a diferencia del etiquetado mexicano que induce al sobreconsumo de azúcar por utilizar un valor de referencia mucho más alto que el recomendado por la OMS.

•Segundo: es urgente que el Estado vigile el cumplimiento de los lineamientos generales para el expendio y distribución de alimentos y bebidas en las escuelas, que prohíben la venta de bebidas azucaradas de lunes a jueves, además, sensibilizar a la comunidad de los beneficios de llevar a cabo esta acción. De acuerdo a la plataforma Mi Escuela Saludable www.miescuelaaludable.org, el 72% de los 514 reportes correspondientes al ciclo escolar 2015-2016, revelaron la presencia de refrescos (no light) en el plantel.

•Tercero: la regulación sobre publicidad de alimentos y bebidas dirigida a niños debe cubrir el horario y programación en el que más expuesta está la población infantil, así como otros canales de comunicación (internet, videojuegos, envases), estar basada en los recientes criterios nutrimentales presentados por la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y no por aquellos establecidos por la industria alimentaria. También se deben regular estrategias de mercadotecnia que van especialmente dirigidas a niñas, niños y adolescentes, como los regalos, personajes y concursos.

•Cuarto: el impuesto a las bebidas azucaradas logró disminuir el consumo en 6% en su primer año de existencia, debe ser aumentado de uno a dos pesos por litro, como fue recomendado a nivel nacional e internacional para tener mayores resultados en salud. Dirigir sus recursos a través de un fondo transparente, como lo propone el Senado, para políticas de prevención e instalación de bebederos en escuelas y espacios públicos. Esta política debe estar acompañada del establecimiento de un precio máximo al agua embotellada para lo cual tiene facultades el ejecutivo federal.

“En este día Mundial de la Salud exigimos que el gobierno implemente políticas integrales que protejan los derechos de la población de los daños generados por el consumo de bebidas azucaradas –como la diabetes-. La campaña de la industria contra el impuesto a las bebidas azucaradas sólo tiene una razón: es la única medida que ha disminuido sus expectativas de ventas. El impuesto será eficiente si se refuerza y se acompaña de otras políticas en materia de publicidad, etiquetado, disponibilidad en escuelas y campañas informativas masivas sobre el riesgo de estas medidas”, señaló Luis Manuel Encarnación, coordinador de la Coalición ContraPESO.

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