Invalidez que se puede prevenir
El aumento en la esperanza de vida ha traído consigo enfermedades que anteriormente no daba tiempo de desarrollar: diabetes mellitus, hipertensión arterial, aumento de peso, trastornos de los lípidos, que todos constituyen factores de riego para desarrollar complicaciones circulatorias cerebrales, que si bien pueden ocurrir a cualquier edad (desde el recién nacido), son más frecuentes en edades medias y avanzadas de la vida. Además del aumento en la esperanza de vida, nuestra “civilización” ha cambiado las costumbres y hábitos: las personas hacen menos actividad física, consumen muchos carbohidratos (comida chatarra, refrescos) y sal excesiva, lo cual conduce a los padecimientos con los que empezamos esta comunicación, y a la presentación de padecimientos vasculares cerebrales
El padecimiento o enfermedad vascular cerebral se define como cualquier lesión cerebral aguda que se origina por trastornos de los vasos sanguíneos cerebrales o su contenido, lo cual ocurre porque se tapa una arteria y se produce un infarto cerebral, o bien porque se rompe una arteria y se produce una hemorragia cerebral. Cualquiera de las dos situaciones significa una catástrofe en la que la persona pierde una o varias funciones. Lo que más frecuentemente ocurre es la presentación de parálisis en una mitad del cuerpo e incapacidad para hablar. Este cuadro clínico se instala súbitamente, a veces con pérdida de conciencia y si la magnitud de la lesión es amplia, la persona puede encontrarse en estado de gravedad con riesgo de morir. Sobrepasando el periodo difícil de los primeros 3-5 días, la evolución suele ser a una mejoría parcial, una estabilización y la permanencia de secuelas muchas veces invalidantes que hacen dependiente a la persona que ha sufrido este tipo de lesiones.
La enfermedad vascular cerebral es la tercera causa de muerte en nuestro país…(La versión completa en nuestra próxima edición impresa del mes de agosto en Milenio Diario).