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Estilo de vida cardiosaludable: una responsabilidad de todos.

Por: Dr. Hermes Ilarraza Lomelí

DeTodoCorazon.mx.– La vida contemporánea difiere mucho de la que vivieron nuestros ancestros, ya que ahora va a “toda prisa”: vías rápidas, comida rápida, emociones rápidas, citas rápidas, estudios rápidos, un cigarrillo rápido, rápidas comunicaciones, matrimonios rápidos, en fin…¡una vida vertiginosa! 

Evidentemente el problema del mexicano contemporáneo no es la falta de velocidad, sino el exceso de prontitud: nuestra existencia será cada vez más corta.

Diversos investigadores infieren que nuestra generación vivirá menos años que la de nuestros padres y abuelos. Es la primera vez que esto ocurre en la historia de la humanidad.

Esa pérdida en la esperanza de vida para la generación millenium, se basa en nuestros hábitos y costumbres insalubres, que condicionan un incremento de enfermedades crónico-degenerativas. El efecto dañino que estas enfermedades y la presencia de factores de riesgo que tienen en las arterias, se manifiesta como placas de ateroma (aterosclerosis), lesiones llenas de colesterol y otras sustancias que, al complicarse pueden provocar un infarto en el corazón o en el cerebro. Se estima que más de 17 millones de personas mueren en el mundo cada año debido a una complicación cardiovascular. 

Ahora, no hay que ser fatalista. Si bien, por un lado estamos al acecho de un paciente depredador que son las enfermedades cardiovasculares, por el otro tenemos la oportunidad de alejarnos de él, mediante la procuración de un estilo de vida cardio-saludable.  

Al preguntarle al intelectual madrileño del siglo XX, Don. José Ortega y Gasset ¿quién es usted?, el siempre sentenciaba: “yo soy: yo y mis circunstancias”. Así, el fundador del raciovitalismo, nos recuerda la oportunidad que tenemos para tomar decisiones por nosotros mismos, dentro de nuestro complejo y no lineal entorno.

Ahora, para que un ser humano experimente un cambio sólido en su conducta, para que a su vez lo lleve a un estilo de vida cardio-saludable, es necesario que esas “circunstancias” sean óptimas para que ese “yo” tenga donde apoyarse, ya que él no puede solo.

Los determinantes de salud son aquellas condiciones favorables para que una persona tenga una vida sana y plena, e incluyen un ambiente tranquilo, una atmósfera y agua limpias, un acceso irrestricto a comida saludable, un ambiente tranquilo, un buen salario, etc.

Si bien el reto es grande, la historia de la medicina nos enseña que es posible obtener el éxito. A nivel internacional, diversos estudios han demostrado que aquellos países que destinan mayor presupuesto del PIB en salud, es decir, que mejoran sus determinantes de salud; presentan una reducción sostenida de la mortalidad cardiovascular. En contraparte: los países que no lo hacen…no.

La otra parte del reto está dentro de nosotros, la representa el cambio en nuestros patrones de conducta, muchas veces determinados por los usos y costumbres  populares, con la finalidad de obtener un estilo de vida cardio-saludable. El “yo” debe reflexionar y cambiar desde adentro, identificando y disminuyendo la exposición a diversos factores de riesgo cardiovascular como: el tabaquismo, el sedentarismo, la obesidad, la dislipidemia, la diabetes o la hipertensión mal controladas.

Una vida plena y saludable es factible, siempre y cuando se unan tanto la voluntad política como la fuerza de voluntad. Sin duda es la es la clave.

 

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